Civia, o la felicidad
Hace ya tiempo que la línia de Cercanías C1 de Mataró-Barcelona se beneficia de los nuevos trenes Civia, recuerdo, con orgullo que este trayecto fue el primer viaje en locomotora de toda la península y también recuerdo, con vergüenza que la autopista Mataró-Barcelona fue el primer tramo de autopista de la península, y que continuamos “amortizándola” (obsérvese la ironía) religiosamente, pero esto es carne de otro post, me estoy yendo por las ramas y esta entrada quería dedicarla a los vídeos con que nos obsequian en estos nuevos trenes.
Para decirlo de manera suave: son una mierda.
En ellos aparecen siempre gente que se lo pasa de puta madre. Es cojonudo: tu ves un vídeo de esos y casi que te hace sentir estúpido, la gente ríe, ríe por la calle, ríe en el vagón de tren, ríe porque en el tren viaja un ser querido que retorna de un largo viaje (con abrazo de rigor y lagrimilla de emoción: aspectos indispensables), ríe porque sí, cuanta felicidad manda cojones, ya veo a los psiquiatras recetando viajes en cercanías… “Nada hombre se da usted una vuelta en tren hasta Calella y vuelve, verá que bien le va todo, como nuevo!”.
Pero no sólo eso es preocupante, aún hay más. Los topicazos de siempre: próximo al medio ambiente, seguro y fiable (¡ja!), cómodo, etc. Y no se cortan: si el tren va hasta los topes, los emiten igual, en cuidado bucle repetitivo que dura aproximadamente unos 10 minutos más o menos para ir comiendote la olla. Tienen realmente que hacerlo? Deben atormentarnos con gilipolleces así? En lugar de convertirlo en una vía adicional de ingresos y poner anuncios publicitarios de lo que sea, productos de consumo, servicios, noticias generales, nos tenemos que tragar la basura de vídeos del rollo tío que va en coche a alquilar un piso y tía (lista y coqueta) que va con el cercanías, tío con atasco en coche y tía que llega 2 minutos antes para birlale en las mismas narices el ático con vistas al Retiro (que por cierto todas las localizaciones que aparecen son de Madrid o su entorno, más centralismo, qué pena). Patético.
No voy a analizar cada uno de los vídeos que reproducen en los nuevos trenes, tendríamos para una larga serie de posts interminables como este, sin embargo sí que voy a quejarme de un hecho general: algunos fueron pensados para escucharse, no sólo para verse, es decir ves a gente articulando palabras y sin embargo no los oyes, es frustrante, aunque puedo imaginarme el mensaje: más comida de olla, pero ahora me doy cuenta que es un fiel reflejo del cliente de renfe, es decir, gente que parece que le hablamos a las paredes, porque no hacen puto caso de nuestras reclamaciones, nos tienen en “mute” y continúan ofreciendo un serivicio pésimo que se preocupan de encarecer cada año de un 5 a un 10 por ciento.
Y lo que más me jode es que esos anuncios seguro que no son baratos y que los hemos pagado, tu lector, yo y todo “hijo de vecino” pues los fondos salen del Ministerio de Fomento, como se encarga de recordarnos el logotipo al final de cada uno, fabuloso, espléndido, así nos va, en lugar de invertir en más trenes nuevos ya que por otro lado los trenes están mucho mejor pensados que los antiguos pero hay una cantidad ridícula, en cambio deciden que les falta promoción, lo que les falta, a quienes deciden, es cerebro.